martes, 11 de mayo de 2010

Uso efectivo de la información.



El valiente sacrificio de Tassadar había destruido a la Supermente, pero incontables zerg seguían arrasando Aiur y sin duda alguna acabarían con los protoss supervivientes. Zeratul ofreció asilo en Shakuras, el hogar adoptado de los templarios oscuros. Aunque la decisión fue difícil, el Ejecutor Artanis y los miembros supervivientes del devastado Cónclave acordaron que su primer deber era salvar tantas vidas como fuese posible.

Las fuerzas de Jim Raynor y los protoss se abrieron paso a través de los zerg hasta alcanzar un antiguo portal de distorsión de los Xel’Naga, una reliquia de tiempos pasados. Con este portal de distorsión, Zeratul abrió una vía de conexión con un segundo portal de distorsión en Shakuras. Durante la batalla, cortaron la retirada de Raynor y algunos protoss, pero Artanis y Zeratul lideraron a muchos otros protoss a través del portal de distorsión hasta un lugar seguro en Shakuras.

Horrorizados, vieron que los zerg les habían seguido a través del portal de distorsión. Los evacuados unieron fuerzas con sus hermanos oscuros y lucharon contra la invasión. Mientras tanto, las fuerzas de Raynor y un puñado de protoss eligieron quedarse en Aiur y cerrar el portal de distorsión para asegurarse de que los refuerzos de los zerg no lograban llegar a Shakuras. Sin salida posible, este grupo de valientes parecía estar condenado.


A su vuelta fueron informados de que algunos de los evacuados de Aiur se habían rebelado contra sus aliados, los templarios oscuros. En plena crisis, Raszagal no estaba de humor para negociar y había ordenado a los templarios oscuros que aniquilasen a los disidentes. A Zeratul la orden le pareció perturbadora, pero sus aliados obedecieron. A medida que la resistencia de los traidores desaparecía, el templario oscuro pidió que el líder rebelde se entregase. Éste se negó aludiendo que los otros protoss estaban condenados y que Raszagal ocultaba un repugnante secreto.

Antes de que el traidor pudiese dar detalles sobre su acusación, Kerrigan y sus esbirros zerg acabaron con su vida. Zeratul ordenó enfadado que Kerrigan se marchase de Shakuras. Ésta obedeció con gusto y le espetó que ya había logrado el objetivo de esta alianza. Los cerebrados se habían negado a seguirla y ahora, con la ayuda de los templarios oscuros, casi todos habían sido destruidos.

Los zerg arrasarían Shakuras a menos que los protoss liberasen el poder del templo de los Xel'Naga. Por lo tanto, los desesperados protoss decidieron hacerlo siendo conscientes de que al hacerlo asistían a Kerrigan en sus planes. Artanis y Zeratul transportaron los cristales hasta lo más alto del templo, canalizaron sus astronómicas energías y obliteraron a todos los zerg sobre la faz de Shakuras.





A medida que las drogas hacían efecto, Duran y la Reina de Espadas de repente aparecieron en medio del UED. Kerrigan se presentó como la líder de los zerg. No quedaba duda de que Duran estaba infestado. DuGalle amenazó con interrumpir su control sobre los zerg con el disruptor psiónico, pero Kerrigan dijo que destruiría el arma. Agradeció a DuGalle que hubiese acabado con Stukov y se marchó.

Al establecer una base en Char, el UED tomó el control de los esbirros de la Supermente, que constituían la mayoría del Enjambre. Este control le dio al UED una ventaja decisiva sobre Kerrigan, ya que el disruptor psiónico le impedía controlar a los zerg que aún no estaban bajo el control de la joven Supermente.





Se puso en contacto con Shakuras y convenció a Jim Raynor y a los protoss de que debían recuperar los restos de la flota del Dominio, ahora en el poder del UED. Raynor y los protoss se mantenían recelosos, pero les informó de que controlar a los zerg no era más que el primer paso en el plan del Directorio. Era inevitable que la Tierra bloquease todo el sector.

Es más, Kerrigan afirmó que no deseaba mal alguno a Mengsk. Necesitaba los emisores psiónicos de Mengsk para recuperar esbirros zerg adicionales, destruir el disruptor psiónico y derrotar a la flota del Directorio. A cambio, ofrecía ayuda a Mengsk para recuperar Korhal IV. Sin alternativas aceptables, Mengsk consintió. El plan de Kerrigan funcionó a la perfección y destruyó el disruptor psiónico.



La Reina de Espadas pronto hizo frente a otra amenaza, y no le hizo ninguna gracia descubrir que Duran había desaparecido en el momento menos oportuno. Aparentemente Arcturus Mengsk se habría cobrado un par de favores y había logrado montar una nueva flota. Artanis también se había transportado hasta la zona con una flota de naves protoss desde Shakuras. Y en último lugar, pero no menos importante, el almirante DuGalle estaba encabezonado en derrotar a la mujer detrás del plan de la muerte de Stukov.

Kerrigan había dado una lección a las tres flotas y éstas no volverían a cometer el error de menospreciar al Enjambre. Enfrentados a una derrota inminente, Mengsk y Artanis se vieron obligados a retirarse del campo de batalla. Por fin quedó claro que la flota del UED no podría lograr la victoria que se les había escapado a las otras dos flotas. DuGalle se ofreció a rendirse si Kerrigan perdonaba la vida de sus soldados. La Reina de Espadas, sin embargo, no tenía interés alguno en hacer prisioneros. Al contrario, le dijo a DuGalle que dirigiese sus naves hacia la Tierra y que huyesen. Le daría una ventaja razonable antes de enviar al Enjambre tras ellos.

DuGalle y sus dañadas naves obedecieron, ya que no tenían otra opción. A bordo del buque insignia Aleksander, DuGalle escribió una última carta a su mujer. Su misión era un fracaso. Los zerg no habían perdido ni un ápice de poder; los mundos de las colonias no habían sido conquistados. Su orgullo había matado a Stukov y había llevado a la flota del Directorio a esta situación desesperada.

El almirante se suicidó poco antes de que las fuerzas de Kerrigan tomasen y arrasasen con la flota del UED. Ni una sola de las naves del Directorio alcanzó la Tierra para informar de los acontecimientos que habían tenido lugar en el sector Koprulu.



Presentación de la Información efectivamente.



TARSONIS

Después, Mengsk fue a por el premio gordo, el mundo de Tarsonis, capital de la Confederación. Hizo caso omiso de la desazón de sus tenientes e hizo que el general Duke colocara emisores psiónicos en el inmaculado y densamente poblado mundo. Cuando los zerg descendieron sobre Tarsonis, Raynor se empezó a cuestionar la cordura de Mengsk: ningún medio era lo suficientemente extremo para Mengsk si lograba sus fines. Pero aún así, Raynor no comprendía cuán malvada era la intención de Mengsk.

En esta ocasión, el líder de la flota protoss, el ejecutor Tassadar, desplegó tropas de tierra en un esfuerzo por salvar el planeta. Había muchas posibilidades de que los protoss tuvieran éxito, así que Mengsk ordenó a Kerrigan que derrotara a los protoss en Tarsonis. A pesar de sus dudas, Kerrigan obedeció y se aseguró de que el planeta sucumbiera ante los zerg.

Rodeada de zerg, pidió que la evacuaran del planeta condenado. Pero, traicionándola de forma escandalosa, Mengsk abandonó a Kerrigan y a sus tropas a su suerte. Furioso, Raynor abandonó la Hyperion —el buque insignia de Mengsk— y regresó a Tarsonis, pero llegó demasiado tarde para evitar que los zerg capturaran a Kerrigan


A pesar de este pequeño contratiempo, la victoria de Arcturus Mengsk aún no era total. Con la destrucción de Tarsonis, la Confederación se derrumbó. La mayoría de los supervivientes confederados se unieron rápidamente a los Hijos de Korhal, que se convirtió en la fuerza militar principal de la oposición contra los invasores alienígenas. Los otrora rebeldes salvaron muchas vidas terran. Tan solo dudaron cuando un planeta no dio la bienvenida a su intervención. Al fin y al cabo, como Mengsk tristemente comentó, el gobierno local de un planeta ostenta la autoridad absoluta. Además, los Hijos de Korhal tenían recursos limitados y corrían tiempos de guerra.

A medida que un planeta tras otro pedía ayuda a los Hijos de Korhal, Mengsk anunció que era necesaria la creación de un nuevo gobierno —el Dominio Terran— para vigilar estos mundos. Se autoproclamó Emperador del Dominio y prometió la victoria sobre los alienígenas.

Por otro lado, Raynor se dio cuenta demasiado tarde de que había comenzado a enamorarse de Sarah Kerrigan. Incapaz ya de salvarla, decidió buscar justicia en su nombre.




LA SUPERMENTE

Los terran estaban equivocados al creer que los zerg eran una sociedad de colmena guiada por el instinto, pues en realidad una conciencia suprema, la Supermente, controlaba a los zerg mediante intermediarios llamados "cerebrados". Lo que es más, la Supermente había adquirido una criatura muy prometedora en Tarsonis, una criatura cuyas funciones en el enjambre seguían sin conocerse.

Esta criatura fue envuelta en una crisálida protectora y transportada al remoto mundo de cenizas Char, donde esperaría su renacimiento en el enjambre. Las poderosas emanaciones psiónicas de la criatura atrajeron a las fuerzas terran y protoss a Char, pero los zerg lucharon contra los invasores y protegieron la crisálida hasta que se abrió. Un nuevo ser surgió: alguien que alteraría el futuro del sector Koprulu entero para siempre.

Sarah Kerrigan surgió de la crisálida convertida en una leal sirviente de la Supermente. Su evolución había desencadenado el fabuloso potencial de sus poderes psiónicos e increíble fuerza. Despojada de la ética y moralidad humanas, se entregó despiadadamente a la supervivencia del enjambre.

Durante su estancia en la crisálida, Kerrigan había estado confundida y angustiada. Había contactado telepáticamente con sus antiguos compañeros: Arcturus Mengsk y Jim Raynor. Raynor había ido a Char a salvarla. Mengsk había enviado al general Duke, quizá con la esperanza de recuperar a Kerrigan como aliada, o quizá solo con la intención de capturar y estudiar lo que quedara de ella. Fueran cuales fueran sus esperanzas, ambos hombres llegaron demasiado tarde. Su confusión había desaparecido y no le costó deshacerse de los terran.

Pero la Supermente también sufrió un terrible golpe. Los protoss, liderados por el ejecutor Tassadar, mantuvieron ocupados a la Reina de Espadas y a los otros zerg, mientras un templario tétrico llamado Zeratul asesinaba a uno de los cerebrados de la Supermente. Los zerg que eran controlados por el teniente asesinado se volvieron locos y comenzaron a atacar al resto del enjambre, no dejándoles más opción que la de destruirlos.

Pero los zerg no lo habían perdido todo. Cuando Zeratul mató al cerebrado, mantuvo un fugaz contacto telepático con la Supermente. En aquel instante, la Supermente descubrió el emplazamiento secreto del mundo natal de los protoss, Aiur.

La Supermente había buscado el mundo natal de los protoss durante mucho tiempo. Con el emplazamiento de Aiur y los terran como nuevos sirvientes, la Supermente confiaba en que el enjambre pudiera al fin derrotar y asimilar a los protoss. Usando ADN de los protoss, la Supermente crearía máquinas de matar perfectas: un nuevo tipo de zerg que conquistaría al resto de la creación.


La Reina de Espadas persiguió a los protoss en Char, mientras que la fuerza principal de los zerg partía para asaltar Aiur. A pesar de que los habitantes de Aiur resistieron valientemente, los zerg se introdujeron en las exuberantes selvas del planeta y la Supermente se incrustó en la superficie.

Como casta predominante de los protoss, la casta de los Judicatores imponía su autoridad sobre todos los protoss de Aiur. El cuerpo de gobierno de la casta, el Cónclave, estaba escandalizado. El ejecutor Tassadar, líder de la casta de guerreros de los protoss, estaba luchando en el lejano Char y desafiando las órdenes del Cónclave de incinerar cualquier mundo terran infestado por los zerg. Ahora los zerg amenazaban con invadir Aiur.

Se eligió a un nuevo ejecutor, Artanis, y se le envió a la batalla, obteniendo una victoria crucial en la provincia de Antioch. Poco después Tassadar contactó con Artanis y le habló de las batallas en Char, el descubrimiento del templario tétrico y la victoria de Zeratul contra el cerebrado.








El Cónclave había infravalorado seriamente a los zerg. Las fuerzas militares de los protoss estaban casi exhaustas, mientras que los zerg parecían más numerosos que nunca. Continentes enteros eran invadidos y Zeratul tenía noticias aún peores que comunicar. Cuando mató al cerebrado en Char, una unión telepática le había conectado a la Supermente durante un instante. Había visto que la evolución de los zerg, al igual que la de los protoss, había sido dirigida y acelerada por una raza conocida como los xel'naga.

Al final, la Supermente había sobrepasado el control de los xel'naga y había devorado a la antigua raza. Ahora la Supermente pretendía consumir a los protoss también. Si lo conseguía, nadie podría enfrentarse a los zerg.

Tassadar reunió a los debilitados protoss para un último ataque contra sus enemigos, haciendo las paces con el Cónclave poco antes de la batalla. Él y los otros héroes solo consiguieron debilitar a los zerg, mientras ellos sufrían grandes pérdidas. En un último intento desesperado, Tassadar canalizó la energía del templario tétrico a través del casco de su nave, la Gantrithor, y fijó un rumbo para colisionar contra la enorme Supermente.



domingo, 9 de mayo de 2010

Incorporar la Información seleccionada a su propia base de conocimiento






Cuando regresó Tassadar a Aiur, Fenix se unió con mucho gusto a su rebelión contra el Cónclave Protoss.Tassadar se sorprendió al ver a Fenix vivo, y en el esqueleto de un dragón. Fénix, junto con Zeratul y su Templario oscuro, con la asistencia de la destrucción del corazón del Cónclave, pero se rindió Tassadar y fue escamoteado por Aldaris.

Los templarios tétricos se desvaneció, y Fenix se preguntó si sería una idea buena para Tassadar haber puesto toda la fe a ellos. Mientras tanto, Tassadar se encontraba detenido por el Cónclave de una célula extasis hasta que pudieran fusilarlo por traición. Como Fenix reunió sus fuerzas para un ataque desesperado, compañero de Tassadar terran, Jim Raynor, decidió reunirse con él en el Hyperion. Trabajando juntos, pudieron rescatar a Tassadar .




Fenix propuso el envío de sus fuerzas a participar los grupos zerg primaria colmena para diluir sus números, lo que permite Zeratul para matar a un par de cerebrados.
Creía que la Supermente se distrae por el ataque el tiempo suficiente para los protoss al asalto directamente. Fenix personalmente se sumaron a los ataques. Los protoss, Fenix incluido, se trasladó a través de las defensas Zerg debilitado alrededor de su líder, la Supermente. El ataque fue en su defecto hasta Tassadar se sacrificó para destruir a la Supermente.
Fenix
No deje que el hecho de que soy trescientos sesenta y ocho años más viejo que tu eres sordo impresión de mí, joven Raynor.
Todavía puedo ... ¿cómo terranos decirlo ... "Tira con lo mejor de ellos!"

La muerte de la Supermente zerg que causó el alboroto en Aiur. El cónclave fue destruida y el 70% de la población murió. Fenix se unió Aldaris, Zeratul, Jim Raynor y reunir a los dispersos supervivientes. Los refugiados siguieron el plan de Zeratul de viaje a través de la puerta Shakuras funcionamiento urdimbre única en Aiur. En la puerta, una gran fuerza de zerg los atacaron, sin embargo, Fenix y Raynor Jim llegó y luchó contra los zerg tiempo suficiente para que los refugiados para escapar. Fénix y Raynor no hacerlo a través de la puerta, sin embargo. En su lugar, ellos lucharon para asegurar su extremo de la puerta y cerrarla para que más zerg no pudo llegar a Shakuras. A pesar de las abrumadoras desventajas, Fenix y Raynor decidieron luchar hasta el final. Mientras estuvo allí, Fenix y Raynor recibido una advertencia de infestados Kerrigan, quien les habló de la nueva Supermente y el Reino Tierra Dirección de planes para su control. las fuerzas Protoss rescatado Arcturus Mengsk de la UED, que acababa de lo derrotó, y la enérgica lo llevaron a Aiur.




La UED perseguidos, y la base de Fenix de refugiados fue destruido por los seres humanos a cargo de la Tierra y por zerg ataques , pero no antes de Jim Raynor y Mengsk Arturo se escapó por la puerta. La puerta de la urdimbre se autodestruyó inmediatamente después. Kerrigan contactó más tarde con Fénix y Raynor en Shakuras, para pedir su ayuda.
Fénix y Raynor se unió a una alianza inusual con infestadas Kerrigan y Arcturus Mengsk en Tarsonis con el fin de oponerse a la UED, que ahora tenía el control de la Supermente segundo y numerosos esbirros zerg, y fueron reforzadas por su arma anti-zerg, los alteradores Psi.Fenix nunca se fió de Kerrigan, pero él siguió el ejemplo de Raynor.


Tras la destrucción de la alteradores Psi por las fuerzas de Kerrigan (con ayuda de Raynor y Mengsk), lo que permite reconstruir parcialmente Kerrigan sus fuerzas, los aliados planearon Korhal libre de las fuerzas de la Dirección.
Para ello, Kerrigan necesitaba diez mil unidades de minerales para construir su colmena grupos primarios, y el mejor lugar para adquirir ese tipo de riqueza fue Moria, uno de los nodos más grandes recursos en el sector. Por supuesto, su poder de decisión, la Asociación Kel-Morian, se opondría a este tipo de invasión. Fenix dijo que si sería mejor sus posibilidades, él personalmente dirigiría la invasión




Fenix dirigió personalmente las fuerzas Zerg en la adquisición de los minerales de Moria.Durante la batalla, Fenix desdeñado la incursión de combustible que él estaba, deseando poder pelear las batallas épicas gran parte de su juventud . Raynor broma lo acusó de sonar como un hombre cansado, viejo, pero Fenix respondió que todavía podía "tirar abajo
con lo mejor de ellos. "
Durante la batalla, Fenix se preguntó por qué la Asociación Kel-Morian no se opuso a la Dirección de la Tierra Unida, que había derrocado a sus antiguos amos, el Dominio Terran.

Después de su victoria sobre las fuerzas de la UED Kerrigan junto con Duran se dirigen a la destrucción de las fuerzas “ aliadas” enfrentamiento y traición que Fenix ya se lo esperaba. En este combate Duke y Fenix caen por la fuerza de la colmena.